lunes, 21 de octubre de 2013

DE RUTA POR LA BIESCONA




El domingo 20 de octubre nos lanzamos a concoer el hayedo de cota más baja de Asturias. Situado en la Sierra del Sueve os podemos decir que es un lugar por descubrir. Estamos convencidos de que si algún cineasta lo atraviesa con la maravillosa luz que nosotros encontramos lo utilizaría en más de una ocasión. 

 

Es una ruta de fácil llegada a través de la carretera. El inicio se encuentra unos metros antes del kilómetro 14 de la carretera AS.260, entre Colunga y Arriondas. La que lleva hasta EL Fito. Encontraréis una casa roja; enfrente, una explanada en la que podéis dejar el coche. 
El camino se inicia justo al lado de la casa. 





Unos metros más adelante superáis una portilla y continuáis avanzando por la derecha. En seguida podréis ver a vuestra izquierda un abrevadero y si tenéis suerte algunas setas. Nosotros encontramos unos boletus que darían para un buen plato en la cena.




Debéis continuar por vuestra derecha. El camino se va volviendo en seguida un poco más agreste. Tenéis que dejar a vuestra izquierda una caseta de control de aguas y avanzar por el camino de la derecha.

En este punto empezaréis disfrutar del paisaje cinematográfico del que antes hablábamos. Antigüas cabañas de pastores semiderruidas acompañan una vegetación que deja pasar la luz entre formas que, al anochecer, podrían pensarse, sin duda, fantasmagóricas. Aquí hicimos un descansito para "posar" para la cámara.



Algo más adelante el camino comienza a ascender. Esto hace las delicias de los niños. El bosque aparece en todo su esplendor y las formas de los árboles permiten jugar a imaginar personajes mientras vamos superando la "cuesta arriba".



Iremos ahora circulando, en fila, eso sí, porque la vereda se vuelve estrecha, por el lateral del cauce del río. Aquí nosotros, con tanto mirar los árboles e imaginar personajes nos despistamos un poco y terminamos recuperando el camino cruzando el cauce seco del río y "escalando" un poquito para volver a encontrar la ruta. 



¡Pequeñas aventuras que le dan color al recorrido! 


 



Continuamos avanzando por el bosque en nuestro ascenso hasta que llegamosa una zona en la que podemos contemplar ejemplares de acebo de un tamaño más que interesante. 






A partir de aquí ya nos damos cuenta de que vamos acercandonos a las praderías altas.




Salir del bosque y llegar a la majada de El Bustacu es, de por sí, toda una sensación. Prados inmensos en los que pastan los caballos y que te ofrecen la oportunidad de descansar de la subida. Dos horitas de recorrido tranquilo.






 

Aquí, una parte descansamos y comimos nuestros "bocatas".  Otros tantos, los más animados, se lanzaron a coronar la cumbre del Pienzu. 






Y después del reposo, disfrutamos de las vistas en nuestro camino de regreso. La pena es que subió la niebla y nos quedamos a medias para ver el mar...¡para la próxima!








 
Para evitar retroceder por el mismo camino nos fuimos haciendo travesía hasta El Fito.








Previamente, habíamos dejado allí un coche para poder bajar a por el resto. Con los niños nunca se sabe...

1 comentario:

  1. Pues dicho y echo, en un solo día ya tenemos el blog en marcha. Buen trabajo chicos!!!
    Aurea, me ha encantado tu descripción. Ya estoy deseando leer más cosas tuyas.

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